LOS SPURS ARRASAN EN LA FINAL

Los Spurs ganaron en Cleveland para conseguir el tan ansiado anillo. San Antonio se impuso 82-83 para terminar una de las finales de la NBA más tediosas de la historia por la vía rápida, imponiendo a unos desdibujados Cavaliers un rosco (4-0) en la serie al mejor de siete. Este 4-0 es la octava vez que se produce en una finales de la NBA.

Una noche más el papel de Tony Paker (MVP de las Finales), Manu Ginóbili y Tim Duncan dejó en agua de borrajas el intento de LeBron James (24 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias) de emular a Michael Jordan en su primera irrupción en unas finales de la NBA.

Gracias a este triunfo los Spurs logran su cuarto anillo desde 1999 (tercero en cinco años) y se convierten en el cuarto mejor equipo de la historia de la NBA tras Celtics, Lakers y Bulls.

El último capitulo de esta final fue la repetición de los tres anteriores, con Parker (24 puntos y 7 rebotes), Ginóbili (27 puntos, 13 de ellos en el último cuarto y 11 en los últimos cinco minutos), Tim Duncan (12 puntos y 15 rebotes) y la defensa de los Spurs imponiéndose en el choque.

San Antonio iban a ganar un partido después de haber estado más de cinco minutos sin conseguir un sólo punto al comienzo del cuarto periodo con un parcial de 11-0 para los Cavaliers. Con el marcador empatado 66-66 a falta de seis minutos apareció la figura de Ginóbili para desequilibrar el partido del lado tejano.